25.8.11

Armónica.

Nunca antes me había llamado la atención una armónica. De hecho, aquellas personas que las tocan (con o sin soporte) me parecen imbéciles. No su persona, si no la manera de tocarlas.
Hoy es un día raro tornando a triste y creo que es uno de los mejores instrumentos para acompañar a un dramático jueves.
He dejado salir de mis ojos a ocho lágrimas. Se han puesto demasiado pesadas y no he podido resistirme. Ojalá estuvieras aquí para coger tu guitarra y agobiarme con los mismos acordes y el mismo ritmo insolente que acaba haciéndome sonreír.
Hoy echo de menos a tu guitarrra (y a tus dedos).

No hay comentarios:

Publicar un comentario