29.1.11

Platón.

Muchas veces pienso que tengo que dejar de ver películas románticas con pretexto: amor. A raíz de ello comienzo a imaginar como si no costara ni una tirita o ni una gota de mercromina. Después asaltán razones ilógicas filosóficas con contexto: desamor. Luego recuerdo premisas absorventes con poder desequilibrante cuyo texto contine mil novecientas doce veces el verbo: desenamorar.
Por todo ello deduzco que Platón tenía razón.
Todo es una copia vulgar de lo existente en el mundo de la ideas, hasta aquel hombre pseudobohemio ignorante que piensa que con decir "te quiero" una vez al mes conseguirá entrar en el paraíso de los mediocres.

Secreto.

Dos noches seguidas los sueños me recuerdan el error cometido y guardado en el baúl secreto sin que tú lo sepas.
A estas alturas no me arrepiento de sólo contarle los secretos a la almohada mientras tú, ingenua, intentas fingir algo que acabó hace tiempo.
Nunca nieva a gusto de todos ¿no?

23.1.11

Tiritas

No podría decirte qué número adquiere, otra vez, el mismo propósito de siempre: ser independiente de ti y aprender a vivir sin ti para que cuando todo acabe con una caja de tiritas y un bote de alcohol de setenta y cinco grados sea suficiente.
Lamentablemente una caja de tiritas y un bote de alcohol no servirán para curar todo el daño. La vida a veces es dura.

20.1.11

Hipótesis.

Creo que ya sé uno de los motivos por el que una persona puede saber si está enamorada o no. Si cuando intentas definir lo que es estar enamorado no encuentras las palabras para hacerlo y sólo haces gestos y sonríes y piensas en esa persona y sigues intentando definir la palabra con palabras pero no puedes.
Yo estoy enamorada.

7.1.11

Rara.

Desconfío de tus palabras y de ti cuando tú tendrías que desconfiar de mí.
¿Por qué soy tan rara?

6.1.11

¿Inocencia?

Porque no olvido ni un segundo de lo que hemos vivido y que tiene de título "Come together", como aquella maravillosa canción de los Beatles. Recordar cada minuto de pasión que compartimos es una afición que ya no voy a dejar. Me declaro culpable por pensarte de la manera menos inocente que tú puedas imaginar.

A ti.

Te quería a ti debajo del árbol de Navidad. Te quería a ti y a tus besos apasionados que nunca antes nadie me había dado.
Te voy a pedir en mi mente todos los días y en mis siguientes Navidades.

4.1.11

Sí.

Llámame infantil pero podría estar escribiendo tu nombre toda la tarde sonriendo y no cansarme.

3.1.11

Seis.

Me vuelve loca, absolutamente loca, tu mirada y tu sonrisa desde el segundo seis. Eres increiblemente perfecto y follable.