13.11.11

Domingo.

Empecé a aborrecer los domingos de la misma manera que aborrecía tus gilipolleces. Eran un día para gimotear por todas las aristas de mi cuarto, pegarse un atracón de comida y meterse los dedos para vomitar hasta el más minúsculo hidrato. Arrastraba las penas y los pies por casa vestida de la misma manera que el día anterior a las ocho de la noche. La cabeza trabajaba más que ningún día laborable con el mismo monotema de siempre. Desde hace algún tiempo quise cambiar mis domingos. Aún sigo intentándolo, el problema es que la banda sonora de este día está encabeza por Damien Rice, Andrés Suárez y Marwan. Terminaré suicidándome o con sobredosis de alcohol y cocaína en mi sangre, quién sabe.

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